29 nov 2013

La Chica Invisible


La Chica Invisible

Esta es la historia de una chica sin vida, por fuera todos la veían callada, tranquila, feliz... Aparentemente sin nada que contar, demasiado invisible como para que alguien se molestase en hablar con ella, la verdad es que su personalidad no ayudaba demasiado, pues era tan callada, iba tanto a lo suyo, le afectaba demasiado todo y prefería estar sola sin que nadie le juzgase nada, pero la realidad era otra, por dentro su alma gritaba y lloraba con llanto agonizante y desconsolado, muerta en vida así estaba. A menudo, le gustaba escaparse a su mundo irreal, donde era heredera de un gran reino, allí todo era posible y nadie era rechazado sin ningún motivo. En ese mundo mágico se libraban inmensas batallas del bien contra el mal, exactamente igual que en la vida real pero con la diferencia que en su mundo de fantasía todas tenían un buen final, sí, era el mundo perfecto en el que a todos nos gustaría vivir, o al menos a las personas que se parecen a ella... Se podría pensar que en un mundo perfecto no hay guerras que ganar puesto que todo es paz y tranquilidad, pero ella tenía otra mentalidad, esas batallas eran necesarias porque eran la única manera que tenía de despojarse de sus tormentos.

Ella imaginaba que por una vez era la protagonista, aprovechando esto asumía el mando y se propuso a vencer a todo aquel que se interpusiera en su camino. Un trabajo muy duro para alguien invisible, pero todo es factible y ella jamás se rinde. Envidiaba cada acto de valentía y la seguridad que tenía en su mundo irreal, pues era incapaz de hacerlo en la realidad.

Un día de visita en su mundo de un sueño, escuchó un llanto ahogado seguido de un grito despavorido que se oía en todo el reino y sus alrededores, sin dudarlo fue en la búsqueda de esa persona que parecía estar sufriendo, cuando solo quedaban unos pocos metros para llegar al dueño de esos gritos y de ese llanto desolador, se dio cuenta de que era una niña que estaba sola, alejada de todo y de todos en una zona desértica. Al llegar le preguntó, "¿qué te ocurre niñita?, ¿por qué lloras?" -la niña respondió, "me he perdido" -a lo que contestó, "no te preocupes, yo te ayudaré a encontrar a tus padres, así que seca esas lágrimas que no te merecen", la niña ahora más tranquila tomó su mano y caminaron en busca de su casa, cada vez se alejaban más y más hasta que llegaron a una casita humilde en lo alto de una colina, "allí vivo con mis padres" -le dijo la niña, "vale ahora te dejaré con ellos, pero antes dime, ¿qué hacías tan lejos de tu casa?" -preguntó ella, y a lo que la niña contestó: "estaba enfadada con ellos, con el mundo y hasta conmigo misma, solo quería alejarme de todos y ser otra persona, sin darme cuenta me alejé de las únicas personas que me quieren de verdad y que siempre han estado para mi, no me di cuenta de que yo valgo bastante y de que no necesito ser otra persona, lo malo es que no reaccioné hasta que ya estaba sola y perdida..." cuando dejó a la niña en su casa, de regreso no dejaba de pensar en lo que le había dicho, se percató de que estaba siendo inmadura y de que no servía de nada huir de los problemas, sino que tenía que enfrentarse a ellos, que no merecía la pena alejarse de todos porque no todas las personas son iguales, que no es necesario crear mundos imaginarios pues en ellos solo esta lo que tu deseas, y además no puedes obtener el placer que obtendrías en la vida real haciendo lo mismo. Si es verdad que no podrás luchar contra gigantes aterradores, ogros, o que quizás no seas un caballero que tiene que rescatar a su princesa de las garras de un feroz dragón, pero... ¿qué político corrupto no se parece a un ogro?, ¿qué persona maltratada no ve a su maltratador como un gigante aterrador al que es incapaz de hacerle frente?, ¿qué chico no le gustaría "salvar" a su princesa porque piensa que no hay lugar más seguro que entre sus brazos?...

En el mundo real también hay malos contra los que luchar y buenos a los que salvar, muchos prefieren vivir en sueños porque la vida es muy dura y así les es más fácil asimilarla, sin darse cuenta de que lo único que hacen es someterse a la cruda realidad sin apenas intentar cambiarla.